Ibrahim perdió ambos brazos en un accidente de tren cuando tenía 10 años. Fue presentado al mundo como uno de los atletas más inspiradores de los Juegos Paralímpicos de Río 2016. Ahora tiene la vista puesta en Tokio 2020.

Ibrahim perdió ambos brazos en un accidente de tren cuando tenía 10 años. Fue presentado al mundo como uno de los atletas más inspiradores de los Juegos Paralímpicos de Río 2016. Ahora tiene la vista puesta en Tokio 2020.